Las contraindicaciones de las vacunas son prácticamente nulas.

En general, por procesos leves, catarros o diarreas sin fiebre elevada no hay que retrasar la vacunación del niño. De la misma manera, la toma de antibióticos no contraindica la vacunación. Ante cualquier duda lo mejor es consultar con el pediatra.

Otras circunstancias que NO deben retrasar la vacunación son:

  • Niños de bajo peso al nacer.
  • Antecedentes de convulsiones febriles en el niño.
  • Historia previa de alergias inespecíficas.
  • Niños prematuros (deben recibir las vacunas según la edad cronológica habitual, igual que los niños nacidos a término).
  • La época del año (en verano, aunque haga calor, se puede vacunar con tanta seguridad como en las demás estaciones).