La mayoría de las lesiones que se producen son de carácter leve. Las caídas desde el mismo nivel suelen ser menos graves que las producidas desde distinto nivel (escaleras, ventanas, balcones, etc.).

Cómo prevenir

  • No dejar solo al niño sobre superficies elevadas.
  • Proteger el acceso a escaleras, ventanas y balcones.
  • Llevar al niño sujeto en su silla de paseo con los cinturones.
  • No dejar abierta la puerta principal del domicilio.

Cómo actuar

Si la caída no produce un golpe fuerte, el niño no pierde el conocimiento y rompe a llorar de inmediato, la lesión seguramente no es grave; basta con poner frío sobre la zona del golpe (un paño con hielo o mojado en agua fría), para impedir la formación de un hematoma (chichón) y observar si hay cambios en la conducta del niño (en cuyo caso habrá que acudir al médico). Si por el contrario el niño pierde el conocimiento, está pálido, no llora y no responde a estímulos, debe ser llevado inmediatamente a un servicio de urgencias.

Cuando después de un traumatismo, golpe o caída leve se observa algún cambio de conducta, irritabilidad, somnolencia, vómitos injustificados y de aparición brusca, movimientos raros o convulsiones, el niño debe ser trasladado a un servicio de urgencias.