Cuando el niño está comiendo es muy importante el ambiente que se crea a su alrededor. Ver la televisión, jugar o leer pueden interferir en la conducta de comer. Es importante conseguir que la hora de comer sea un momento agradable, sin demasiadas interrupciones y con atención y elogios al niño cuando come de forma correcta.

De igual manera que con todo tipo de aprendizaje, es necesario empezar poco a poco. Por ejemplo, en lugar de ofrecerle un plato lleno se le dará poca cantidad y de algo que le apetezca y se le prestará atención haciendo comentarios de elogio y aprobación cuando el niño esté comiendo. Si, por el contrario, el niño no come, o lo hace lentamente o se distrae, no se le debe prestar atención, evitando comentarios o gestos sobre su conducta. La utilización del castigo, las exigencias, el nerviosismo, las voces o los gritos sólo contribuyen a agravar el problema y a empeorar el clima familiar.