A pesar de que el niño esté preparado para la llegada de un nuevo hermano, siempre existirá una pequeña alteración, porque es normal que le desborde el acontecimiento.

Ante esta situación lo que los padres pueden hacer es:

  • Preparar al niño antes de la llegada del nuevo hermano con explicaciones sencillas, reales, breves y adaptadas a su edad. Se darán especialmente a partir del segundo trimestre del embarazo y por ambos padres.
  • Utilizar expresiones como " tu hermano ", transmitiendo la idea de que el nuevo hermano es un elemento más de la familia al que se debe cuidar y querer igual que se está haciendo con él.
  • Tener encuentros con otros padres con bebés, ya que esto ayudará al niño a familiarizarse con los inevitables comentarios cariñosos de los adultos al recién nacido.
  • Cambiar al niño de habitación con antelación al nuevo nacimiento, ya que él no debe entender que el cambio es consecuencia de la llegada del bebé porque puede sentirse desplazado o no querido.
  • Mantener sus rutinas y hábitos diarios.

Lo importante ante el nacimiento de un nuevo hermano es tener tiempo también para el mayor, evitar comparar a los hermanos entre sí y dar importancia a las ventajas de ser mayor.