Es importante conocer el desarrollo normal del control de esfínteres para evitar sufrimientos innecesarios y, a veces, malos hábitos que luego son muy difíciles de quitar. La edad en que los niños adquieren el control de esfínteres es muy variable. El momento de quitar el pañal al niño es muchas veces motivo de preocupación para los padres cuando ven que sus hijos son más lentos que otros niños o que tardan más de lo que ellos quisieran en mantenerse secos.

Las preocupaciones o la ansiedad (celos, hospitalizaciones, excesiva disciplina, discusiones domésticas) pueden retrasar la adquisición del control e incluso provocar su pérdida si lleva poco tiempo establecido.

El control de las heces se suele adquirir antes que el de la orina. Por regla general, las niñas adquieren antes el control de esfínteres que los niños.

Evolución del control de esfínteres

El control voluntario de esfínteres se inicia a los 15-18 meses de edad y la edad en la que se establece se sitúa entre los 18 meses y los 3 años.

Los niños aprenden a vaciar su vejiga en parte por imitación y en parte por instrucción y entrenamiento. Este entrenamiento consiste en ayudar al niño cuando ya está debidamente desarrollado (sabe pedir ayuda para sus necesidades durante el día); todo intento de entrenarlo antes de que esté capacitado para aprender puede provocar resultados opuestos a los esperados.

Para inculcar al niño buenos hábitos es necesario que:

  • Disponga del vocabulario suficiente sobre el tema ("pipí", "caca", "orinal").
  • Se fije cuando los demás van al aseo.
  • Sea capaz de pedir que le cambien cuando esté sucio.
  • Pueda esperarse para orinar o defecar.

Entonces, hay que sentarle en el orinal (con los pies en el suelo está más cómodo y puede hacer más fuerza) y pedirle que haga "pipí" o "caca". Cuando lo haga, se le felicitará por ello, si no lo hace en un minuto, se le permitirá levantarse. Si se ensucia, hay que cambiarle sin reñirle ni castigarle. Entre los 18 meses y los 2 años y medio es capaz de avisar, con suficiente tiempo, de que desea utilizar el orinal.

Pronto el niño se siente capaz de bajarse los pantalones y sentarse en taza del water sin ayuda, se siente orgulloso de ello y puede negarse si no se le permite hacerlo solo.

Es inútil quitar el pañal al niño antes de que él mismo pueda avisar que quiere evacuar. Cuando está sin pañal durante el día, debe dejársele sin él durante la siesta.

Alrededor de los 2 ó 2 años y medio el niño toma la responsabilidad de no mojar sus pantalones, así que puede ir sin pañal durante el día, aunque suele tener que conservar su pañal nocturno.

Cuando empieza a despertar con el pañal seco se puede pensar en quitar el pañal nocturno. Entre los 2 años y medio y los 3 la mayor parte de los niños mantienen el pañal seco por la noche, aunque pueden presentarse "accidentes" ocasionales a los 3 años e incluso después.

Si se elimina el pañal antes de tiempo son inevitables los frecuentes "accidentes". Si se deja el pañal más tiempo del necesario se retrasa el aprendizaje para obtener el control completo de los esfínteres.

Ser apacible, comprensivo y tomar el tema con calma, evitará tener problemas con el niño en esos momentos en los que está adquiriendo el control de sus esfínteres. Los métodos de fuerza y la ansiedad no hacen más que posponer la edad en que se adquiere dicho control.