Es la muerte repentina e inexplicable de un niño menor de un año mientras duerme.

Consejos para su prevención:

  • Acuesta al niño boca arriba (dormir boca abajo duplica el riesgo), excepto por contraindicación del pediatra.
  • El colchón del bebé de ser rígido. Evita los edredones, almohadas o juguetes blandos en la cuna.
  • No le abrigues demasiado y evita el exceso de calor en la habitación.
  • No permitas que se fume donde esté el niño.
  • Dale de mamar. La lactancia materna reduce el riesgo.