Pio del Río HortegaImagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoPio del Río HortegaDespués de Cajal es la figura más destacada de la llamada Escuela Histológica Española. Sin embargo, a diferencia de aquél, el prestigio que llegó a tener en su época se ha circunscrito después a la comunidad de histólogos, sobre todo los que se dedican al estudio del sistema nervioso. Es un "clásico vivo" ya que sus aportaciones siguen siendo citadas en la literatura especializada.


Nacido en Portillo, localidad cercana a Valladolid, en 1882, realizó sus estudios de Medicina en la Facultad de Medicina de esta ciudad, donde tuvo entre sus maestros al histólogo Leopoldo López García. A diferencia de sus compañeros, que tras cursar las asignaturas de histología y anatomía patológica centraron su atención en la clínica, Río Hortega continuó colaborando en el laboratorio histológico hasta acabar la carrera. A pesar de su escaso interés por la práctica médica, obtuvo la plaza de médico titular de su pueblo natal en 1907. Allí ejerció durante tres años. En 1909 marchó a Madrid para realizar el doctorado. Lo obtuvo con el trabajo Causas y anatomía patológica de los tumores del encéfalo; se basó en quince casos de los que recogió minuciosas observaciones macro y microscópicas. Después abandonó el ejercicio profesional.

Pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios en 1913, amplió su formación en diferentes instituciones, entre ellas algunas de Londres y París. Volvió a España en 1915 para trabajar en el Laboratorio de Histología Normal y Patológica que fundó la Junta. Allí estuvo con el también histólogo Nicolás Achúcarro, al que se puede considerar como la figura que más le influyó tanto desde el punto de vista de los conceptos como de la práctica. A su muerte, en 1918, le sucedió en la dirección del Laboratorio. En 1928 fue también nombrado jefe de la Sección de Investigación del Instituto Nacional del Cáncer, que llegó a dirigir tres años después.

Pío del Río Hortega 2Río Hortega trabajó con la técnica del tanino y de la plata que había ideado Achúcarro, pero creó cuatro variantes diferentes. Una de éstas impregnaba de forma selectiva las estructuras intracelulares. Esto le permitió estudiar con detalle la neurona y la neuroglia. Más tarde ideó el método del carbonato de plata amoniacal con el fin de investigar mejor la neuroglia. Pudo modificar así todos los conocimientos que se poseían entonces sobre esta célula. En esos momentos se creía que sólo existían dos tipos de la misma: la protoplasmática y la fibrosa. También se conocían unas estructuras que Ramón y Cajal había bautizado como "glía adendrítica". Hortega llegó a distinguir en ésta última dos especies citológicas distintas: la microglía o mesoglía y la glía interfascicular u oligodendroglía. Con el tiempo completó los estudios sobre el tema, lo que le valió el prestigio internacional y méritos en varias instituciones científicas americanas y europeas. Algunos personajes de gran prestigio, como Wider Penfield, vinieron a Madrid con el fin de aprender en su laboratorio.

El nombre de Río Hortega comenzó a ser mencionado en la literatura especializada de todo el mundo. Incitó la publicación de numerosos trabajos, lo que puede verse con claridad en la serie que recoge el repertorio bibliográfico norteamericano Index-Catalog . Uno de ellos, escrito por los alemanes A. Metz y Hugo Spatz, introdujo el nombre de "células de Hortega" para designar la microglía, lo que pronto se aceptó en la comunidad científica.

Río Hortega también trabajó sobre la epífisis, yendo más allá de los trabajos llevados a cabo por Achúcarro y por José Miguel Sacristán. Llegó a demostrar que los lóbulos epifisarios están formados exclusivamente por neuroglia fibrosa, mientras que los elementos parenquimatosos o pinealocitos están localizados en los espacios interlobulares (Constitution histologique de la glande pinéale. I. Céllules parenchymateuses, Trabajos del Laboratorio de Investigaciones Biológicas, 21, 95-140, 1922).

Otro campo de sus investigaciones lo constituyó el estudio de los tumores generados en el sistema nervioso. Uno de los trabajos más importantes sobre el tema fue el que dedicó al glioma y paraglioma que publicó en los Archivos Españoles de Oncología, revista que fundó él mismo en 1930.

Pío del Río Hortega 3Poco después de que comenzara la guerra civil en 1936, Río-Hortega se exilió a París. Allí trabajó en el servicio de neurocirugía del Hospital de la Pitié. Marchó después a la Universidad de Oxford junto al neurocirujano Hugh Cairns. En 1940 fue invitado por la Institución Cultural Española, de Buenos Aires, para dar un curso. Se quedó en la capital argentina para dirigir un Laboratorio de Investigaciones Histológicas e Histopatológicas. Allí realizó otra importante contribución: demostró el carácter neuróglico de las células satélite que envuelven a las neuronas de los glanglios sensitivos y del sistema nervioso vegetativo. La equiparación de dichos "gliocitos" a la oligodendroglia fue la culminación de su obra sobre este tipo de célula.


Su hallazgo de 1916, en Madrid, de cilios con movimiento sobre las neuronas cerebrales impulsó, en la década de 1960, la perspectiva de la evolución de la acción del sistema nervioso sobre el psiquismo a partir del control eléctrico de esos cilios en ciliados, desarrollada en la Escuela argentina por Mario Crocco.


Propuesto en dos ocasiones al Premio Nobel de Medicina (1929 y 1934). Falleció el 1 de junio de 1945 en Buenos Aires, donde fue enterrado, víctima de un cáncer que él mismo se diagnosticó. Actualmente y desde octubre de 1986, sus restos descansan en el Panteón de Hombres Ilustres de Valladolid.