Finalizan su residencia 13 médicos y 7 profesionales de la enfermería, en una jornada centrada en el reconocimiento al compromiso, el aprendizaje y la vocación profesional
Un total de 20 residentes han sido despedidos hoy en un acto celebrado en el Hospital Nuestra Señora de Sonsoles, tras completar su formación sanitaria especializada en distintos espacios sanitarios de la provincia. La jornada, organizada por la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Ávila, perteneciente a la Junta de Castilla y León, ha sido una muestra de reconocimiento y gratitud hacia quienes durante los últimos años han formado parte de los equipos asistenciales, destacando su esfuerzo, crecimiento profesional y compromiso con la atención sanitaria.
Este 2025 finalizan su residencia en Ávila 13 médicos internos residentes (MIR), distribuidos entre las especialidades de Medicina Familiar y Comunitaria (9), Oftalmología (1), Medicina Interna (1), Psiquiatría (1) y Otorrinolaringología (1). En el caso de Oftalmología y Otorrinolaringología, se trata además de la primera promoción de residentes que completa su formación en estas especialidades en el hospital abulense.
También han concluido su etapa formativa este año 7 enfermeras internas residentes (EIR): 3 especialistas en Obstetricia y Ginecología (matronas) y 4 en Enfermería Familiar y Comunitaria. Aunque estas profesionales finalizaron su residencia hace varias semanas, el acto ha servido también para rendirles homenaje y reconocer públicamente su contribución.
Durante la ceremonia, desde la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Ávila se ha trasladado un mensaje reconocimiento al compromiso demostrado por los residentes, no solo en su formación técnica, sino también en su implicación con la atención sanitaria y con el funcionamiento diario de los equipos. Se ha puesto, asimismo, en valor su papel durante los momentos más exigentes, su responsabilidad asumida más allá de lo requerido, y su capacidad de aportar ilusión y motivación constantes al entorno asistencial.
En el acto también se ha recordado que la residencia no es solo una etapa de aprendizaje clínico, sino un proceso de transformación personal, en el que cada residente ha dejado su huella en los pacientes, los equipos y la institución. Se ha hecho una mención especial a quienes han ejercido labores de representación y organización, como la gestión de calendarios de guardias, una tarea clave para el funcionamiento cotidiano de los servicios.
Igualmente, se ha animado a los nuevos especialistas a mantener viva la vocación con la que iniciaron el camino, a no dejar de aprender y a transmitir su experiencia y compromiso a quienes ahora inician su formación. Porque, como se ha señalado en el acto, "la formación no termina aquí, y formar a otros también es parte de nuestra responsabilidad profesional".