Fuente:EFE
Fecha de publicación:11/10/2008

Valladolid.- Vallas con los colores del arco iris, una pérgola de sillas gigantes del diseñador Javier Mariscal, habitaciones con vistas al jardín, robots y los últimos avances en tecnología sanitaria convertirán al nuevo hospital Río Hortega de Valladolid, que abre el próximo lunes, en el centro con la sanidad más avanzada y moderna de España.

Visita PresidenteVisita Presidente

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera (i), observa junto al consejero de Sanidad, Javier Álvarez Guisasola (d), un peluche en una de las cunas de la UVI Pediátrica, durante la visita que esta mañana ha realizado al nuevo Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid.

Con una triple tarea por delante, la asistencial, la investigadora y la docente -con 64 residentes-, el nuevo Río Hortega, que sustituirá al antiguo, el más viejo de los grandes centros hospitalarios de Castilla y León creado en julio de 1953, comenzará el lunes a recibir a los primeros pacientes, medio centenar en las especialidades de traumatología y radiología, para en el primer trimestre de 2009 estar a pleno rendimiento.

Con las paredes aún oliendo a nuevo, un mobiliario reluciente y los más modernos aparatos esperando, el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, ha realizado hoy una visita a las nuevas dependencias, acompañado por los medios de comunicación, que han podido conocer las excelencias de este nuevo centro, que ha supuesto 200 millones de inversión, con 47 para material y alta tecnología.

En el nuevo centro universitario Río Hortega, que toma nombre del científico vallisoletano discípulo de Ramón y Cajal y que se asienta en el barrio de Las Delicias, las cifras explican las dimensiones del hospital, con una superficie construida de 127.000 metros cuadrados, frente a los 33.200 del actual, dieciocho quirófanos, siete más, 26 boxes de urgencias, dieciocho más, 608 camas, frente a las 520 de la actualidad, un treinta por ciento individuales.

Unas 1.300 plazas de aparcamiento, un helipuerto, una unidad de referencia regional de quemados con cinco camas, y otra de trasplante de médula ósea esperan el lunes a los primeros pacientes, según ha referido Herrera, quien ha explicado que en la segunda quincena de diciembre funcionará la hospitalización médica y en enero la quirúrgica y las urgencias.

"Es un hospital muy moderno, el más moderno y tecnológicamente avanzado de España", ha sostenido Herrera, avalado por los nuevos equipos adquiridos como un TAC de 64 cortes que hace un escáner en menos de un minuto, dos aparatos de resonancia magnética que cuestan cada uno un millón de euros, cinco quirófanos integrados en los que se puede consultar por videoconferencia con otros o con el mismo hospital, o un dispensador de medicamentos informatizado.

Con 2.500 profesionales y 240.000 potenciales usuarios, el nuevo Río Hortega, según ha explicado, atenderá al año 240.000 estancias hospitalarias, 18.000 intervenciones quirúrgicas, 360.000 consultas y unas 100.000 urgencias y medio millón de comida y cenas.

Se trata de la "tecnología" al "servicio de la humanización" de la sanidad, ha observado el presidente de la Junta, quien ha departido con los profesionales que ya han llegando a las instalaciones y se ha visto sorprendido por uno de los nuevos robots de logística interna que le ha dicho "por favor, apártese".

Dos grupos electrógenos garantizan que en menos de trece segundos la vida hospitalaria continúe en el caso de que falte la luz, especialmente en los lugares más cuidados, los del área de pediatría, un "territorio comanche", como reza en sus paredes inundadas de colores, y una escuela desde la que Olga Fernández continuará con su tarea docente de más de catorce años.

El nuevo complejo hospitalario, que comenzó a construirse en el 2000 con el anterior INSALUD y dos años antes de que Castilla y León asumiera las competencias en sanidad, pretende ser además un hospital sin papeles, y se le reconocerá por su entrada, en la que Mariscal ha situado unas ochenta sillas gigantes de hierro, que servirán de "referente" y que se presentan, según ha referido a Efe, como un banco del parque en el que tomar y protegerse del sol.

No ha compartido Mariscal la impresión de los primeros visitantes de que las sillas parecían un monumento a las listas de espera, y ha ironizado con lo bueno de la espera en un momento en el que "todo lo queremos ya".