La Estrategia de salud cardiovascular constituye un elemento de apoyo para la coordinación de planes y programas de prevención y promoción de la salud, medios diagnósticos apropiados para realizar una detección temprana de la enfermedad y tratamientos cada vez más eficaces con el fin de conseguir una atención a los pacientes con enfermedades cardiovasculares basada en la excelencia clínica.