Gran parte de estos efectos indeseables se pueden prevenir o reducir con medicación y medidas higiénico-dietéticas. Si alguno de los efectos llega a ser muy severo, el oncólogo puede reducir la dosis del tratamiento o incluso cambiar de quimioterapia.


Actualmente se dispone de antieméticos (fármacos utilizados para controlar las náuseas y los vómitos) muy eficaces que pueden administrarse antes y después de la quimioterapia cuya finalidad es hacer disminuir o desaparecer las náuseas y vómitos.


Además es aconsejable: repartir la comida en pequeñas cantidades y tomarlas varias veces al día, evitar olores desagradables y comidas ricas en grasas (frituras, salsas, quesos grasos, leche entera...) que dificultan la digestión, intentar beber líquidos fríos en pequeños sorbos a lo largo de todo el día y descansar después de cada comida, preferiblemente sentado, al menos durante una hora.


Para prevenir la mucositis es necesario cepillarse regularmente los dientes con un cepillo suave y usar un colutorio antiséptico para enjuagues. Es preciso evitar el uso continuado de la dentadura postiza. Si la mucositis aparece, debe evitarse el consumo de alimentos ácidos, salados o condimentados, y utilizar platos de consistencia suave, fáciles de deglutir y a temperatura tibia o fresca. El médico añadirá, si es necesario, analgésicos, anestésicos locales y tratamiento para evitar la infección por hongos.


Cuando se manifiesta diarrea es esencial una ingesta abundante de líquidos y pueden emplearse la limonada alcalina casera (elaborada con 1 litro de agua, el zumo de 2 limones, una "punta de cuchillo" de sal, "punta de cuchillo" de bicarbonato, dos cucharadas de azúcar) o bien preparados de farmacia. En las primeras horas tras su inicio es preferible que realice una dieta absoluta y luego probar una dieta astringente (arroz, manzana, plátanos, zanahorias...) con alimentos cocidos o a la plancha. Excluir la leche y productos lácteos. Debe consultarse al médico antes de iniciar tratamiento con algún fármaco antidiarreico.


Un grupo de fármacos llamados factores de crecimiento puede contribuir a la recuperación de la médula óseadespués de la quimioterapia y reducir el tiempo durante el cual los recuentos sanguíneos de la persona están bajos. de leucocitos y glóbulos rojos, respectivamente. Además, el tratamiento de la anemia incluye la administración de hierro (por vía oral o endovenosa) y la transfusión de concentrados de hematíes. En caso de sangrado por descensos importantes de plaquetas, además de evitar traumatismos y no tomar antiinflamatorios no esteroideos (ácido acetilsalicílico, ibuprofeno...), será necesaria la transfusión de plaquetas.


Algunos consejos para prevenir las infecciones son: mantener una higiene personal adecuada, vacunarse siempre bajo consejo y autorización médica, evitar el contacto con personas que pudieran tener algún tipo de enfermedad contagiosa (gripe, varicela, sarampión...) y limpiar los cortes o heridas en la piel con agua tibia, jabón y un antiséptico.


Recuerde que una vez comenzado el tratamiento debe mantener informado a su equipo de atención médica sobre la aparición de cualquier efecto secundario. Además, es preciso comentar al especialista la posibilidad de someterse a otros procedimientos medicoquirúrgicos por simples que sean, ya que algunos pueden ser peligrosos (extracción piezas dentarias, vacunación...).