25/04/2016
Fuente: Prescrire International

En la elección de los nombres comerciales de los medicamentos no se considera importante aportar información farmacoterapéutica relevante, aun existiendo directricesEste enlace se abrirá en una ventana nueva para ello; más bien asignan dichos nombres según las estrategias de marketing en busca del aumento de las ventas.

En cualquier caso, y como indica el Prescrire Internacional en un editorialEste enlace se abrirá en una ventana nueva breve aunque incisivo, es preferible la utilización de la denominación común internacional (DCI) a la hora de prescribir fármacos o, simplemente, referirnos a ellos. La DCI tiene un objetivo claro que es transmitir información de utilidad sobre el mecanismo de acción del fármaco o el grupo farmacoterapéutico al que pertenece. Ponen como ejemplo los nombres comerciales de Striverdi® y Relvar® que pueden resultar poco informativos en la práctica clínica, en cambio sus DCI -olodaterol y vilanterol/fuorato de fluticasona, respectivamente- aportan información clave para entender cómo actúan estos fármacos, al compartir la terminación común –terol, lo que indica que la sustancia activa es un broncodilatador que alcanza este efecto mediante la estimulación de adrenoreceptores beta-2.

Los autores resaltan que las DCI sirven de ayuda en la comunicación y permiten a los profesionales sanitarios y pacientes identificar reconocer el papel del el tratamiento en determinados efectos terapéuticos e, incluso, evitar una duplicidades útil que memorizar los nombres comerciales.