27/03/2019

En la revista Atención Primaria,LLOR_2018Este enlace se abrirá en una ventana nueva, se publico un artículo basado en los principales mitos que hay en Atención Primaria en enfermedades infecciosas, basado en una revisión no sistemática, que se asocian con sobrediagnóstico y sobretratamiento innecesarios. Los mitos identificados se han asociado con:



Mitos en Enfermedades Infecciosas en Atención Primaria

Revertir mitos en base a la evidencia

Mito 1

Recomendar antibióticos de amplio espectro (quinolonas, cefalosporinas y macrólidos) en infecciones bacterianas.

Es mejor pautar antibióticos de espectro reducido, ya que los de amplio espectro se relacionan con mayores efectos adversos y no se asocian con mejores resultados en el paciente, Gerber_2017Este enlace se abrirá en una ventana nueva.

Mito 2

Recomendar pautas antibióticas estándares en lugar de las pautas cortas en las infecciones del tracto respiratorio.

Se recomiendan pautas cortas en el tratamiento de infecciones urinarias no complicadas y en uretritris. También se recomiendan los ciclos cortos en aquellas infecciones en las que la evidencia ha mostrado una efectividad similar a los cursos largos de ≥ 7 días en la mayoría de los procesos comunes tratados en Atención Primaria, Dawson-Hahn_2017Este enlace se abrirá en una ventana nueva, como: neumonía (amoxicilina 1 g/8h, 5 días), exacerbaciones de EPOC (amoxicilina + ácido clavulánico (500-125 mg/8h, 5 días), rinosinusitis aguda (amoxicilina 500 mg/8h, 5 días).

Mito 3

Las vías aéreas bajas y el tracto urinario son estériles en condiciones normales.

En las pacientes sin síntomas de infección que presentan urocultivos positivos para uropatógenos (bacteriuria asintomática) la antibioterapia disminuye ligeramente la incidencia de infección sintomática a corto plazo, pero a medio y largo plazo la aumenta significativamente. Desde las experiencias ambulatorias, de urgencias y hospitalarias, los pacientes a menudo solicitan cultivos de orina sin una indicación adecuada o reciben una terapia antibiótica innecesaria debido a una interpretación excesiva del análisis de orina, Schultz_2017Este enlace se abrirá en una ventana nueva.

Mito 4

El diagnóstico de la faringitis por estreptococo β-hemolítico del grupo A es clínico.

Ante la sospecha de infección estreptocócica (con ≥ 2 de los criterios de Centor*) se recomienda la realización de pruebas rápidas de detección del antígeno estreptocócico, cuya estrategia se ha comprobado que presenta un cociente coste-efectividad más favorable y se consigue reducir la prescripción antibiótica en un 80%. Una correcta introducción de las pruebas rápidas en la práctica clínica en España podrían reducir considerablemente la prescripción innecesaria de antibióticos en la faringitis aguda y en la infecciones del tracto respiratorio inferior, Llor_2017Este enlace se abrirá en una ventana nueva .

Mito 5

El exudado faríngeo es sinónimo de etiología estreptocócica.

Aunque el estudio HAPPY AUDIT, Llor_2014Este enlace se abrirá en una ventana nueva, consideró que el peso específico del exudado faringoamigdalar estaba por encima sobre los otros criterios, sin embargo, parece que es la suma de todos ellos la que aumenta la probabilidad de infección por estreptococo β-hemolítico del grupo A, aunque solo se presentan todos los criterios en aproximadamente en un 40% de los casos.

Mito 6

Prescribir antibióticos en la faringoamigdalitis ante un resultado negativo en la prueba de detección antigénica rápida.

El elevado valor predictivo negativo de las pruebas antigénicas rápidas inmunocromatográficas, cuando el resultado del test es negativo hace que no se recomiende actualmente la realización de un cultivo, ya que dichas pruebas tienen una especificidad superior al 95%.

Mito 7

Solicitar estudio radiológico para efectuar el diagnóstico de rinosinusitis aguda.

La radiografía de senos para el diagnóstico de una rinosinusitis aguda no complicada del adulto (tríada característica de rinorrea, obstrucción nasal y dolor facial) no diferencia entre causa viral o bacteriana y no modifica la conducta terapéutica.

Mito 8

La OMA debe tratarse sistemáticamente con antibióticos

Un 60% de los episodios de OMA se resuelven espontáneamente sin tratamiento, VENEKAMP_2015Este enlace se abrirá en una ventana nueva. Las recomendaciones actuales para tratar con antibióticos una OMA son: niños mayores de 2 años, solo si tienen clínica grave (temperatura > 39 ºC y otalgia importante), cuando a los 2 días de observación la evolución no es favorable, niños menores de 2 años y en todos aquellos casos, independientemente de la edad, con perforación timpánica y supuración en personas con factores de riesgo.

Mito 9

El tratamiento sintomático puede ser útil en el resfriado y en la tos aguda.

Se recomienda no prescribir mucolíticos, antihistamínicos, descongestivos, antitusígenos y expectorantes para el tratamiento sintomático del resfriado común y la tos, por falta de evidencia científica sobre su eficacia.

Mito 10

Prescribir antibióticos en infecciones del tracto respiratorio inferior y en un episodio de tos y esputo purulento en pacientes sin EPOC y sin sospecha de neumonía.

Se recomienda no tratar con antibióticos si se descarta una neumonía, exacerbación de EPOC o bronquiectasias, ya que la evidencia ha demostrado que el tratamiento antibiótico no es más efectivo de forma significativa que el placebo y que su presencia no implica una sobreinfección bacteriana en pacientes sin comorbilidad respiratoria de base, SMITH_2014Este enlace se abrirá en una ventana nueva.

Mito 11

El diagnóstico de neumonía puede ser clínico.

En adultos con una clínica de infección del tracto respiratorio inferior, aumenta la probabilidad de neumonía si en ausencia de rinorrea existe fiebre, disnea, exploración respiratoria alterada (murmullo vesicular disminuido y crepitantes) y taquicardia. Se aconseja el estudio radiológico para confirmar su presencia y evitar un sobrediagnóstico de neumonía (Zimmerman_2012)Este enlace se abrirá en una ventana nueva.

Mito 12

Hay que esperar al menos 1 mes y medio para repetir el estudio radiológico en una neumonía adquirida en la comunidad para monitorizar su curación.

No se recomiendan radiografías de control en pacientes diagnosticados de neumonía que respondan clínicamente al tratamiento antibiótico inicial, ya que la resolución radiológica de los pacientes es más lenta que su mejoría clínica (MITTL_1994)Este enlace se abrirá en una ventana nueva.

Mito 13

Prescribir macrólidos en casos de neumonía atípica**.

El tratamiento en AP debe ser empírico y dirigirse fundamentalmente frente al neumococo, productor de las dos terceras partes de bacteriemia. Las aminopenicilinas son también activas frente a los gérmenes atípicos, excepto Legionella (ELIAKIM-RAZ_2012)Este enlace se abrirá en una ventana nueva.

Mito 14

Pautar tratamiento antibiótico dual en la neumonía adquirida en la comunidad.

Se ha observado en pacientes hospitalizados, más graves que los tratados en AP, que los β-lactámicos asociados a macrólidos o a fluoroquinolonas no son más efectivos que los β-lactámicos solos (Postma et al_2015_CAP-START Study Group)Este enlace se abrirá en una ventana nueva.

Mito 15

Prescribir pautas largas de corticoides orales en las exacerbaciones moderadas y graves de EPOC.

Se recomienda administrar corticoterapia oral en las exacerbaciones moderadas, cuando hay disnea y en todas las exacerbaciones de EPOC grave o muy grave. Actualmente se recomienda una pauta de 5 días, ya que se considera que es igual de eficaz que una pauta estándar de dos semanas, y presenta menos efectos secundarios (LEUPPI_2013)Este enlace se abrirá en una ventana nueva.

Mito 16

Tratar las bacteriurias asintomáticas.

La evidencia científica disponible desaconseja tratar la bacteriuria asintomática, excepto en casos muy concretos: mujeres embarazadas (porque aumenta el riesgo de desarrollar una pielonefritis aguda durante el tercer trimestre de embarazo, con empeoramiento de la morbimortalidad materno-fetal), y en aquellos pacientes que se someten a cirugía prostática o manipulación urinaria con riesgo de sangrado de la mucosa (TRESTIOREANU_2015)Este enlace se abrirá en una ventana nueva.

Mito 17

Realizar tira reactiva en pacientes con sonda vesical y en pacientes institucionalizados sin clínica de cistitis aguda.

La tira reactiva de orina no es un método eficaz para la detección de infección urinaria en adultos con sonda permanente, ya que no existe relación entre el nivel de piuria (presencia de leucocitos en la orina) e infección, y la sonda invariablemente induce piuria sin la presencia de la infección (SCHWARTZ_2006)Este enlace se abrirá en una ventana nueva.

Mito 18

Administrar antibiótico profiláctico cuando se hace un recambio de sonda urinaria.

Solo se debe tratar con antibioterapia cuando se prevé riesgo de sangrado de la mucosa con cateterización; fuera de estas situaciones, no es necesario administrar un tratamiento profiláctico (VAN HEES_2011)Este enlace se abrirá en una ventana nueva.

Mito 19

Tratar directamente con antibióticos a mujeres con clínica clara de cistitis aguda.

Se ha observado en revisiones sistemáticas recientes que la especificidad de los síntomas urinarios en la cistitis aguda es muy baja, incluso cuando hay más de 2 síntomas. (Medina Bombardó_2011)Este enlace se abrirá en una ventana nueva; se recomienda el uso de tiras reactivas de orina para detectar la presencia de nitritos positivos en orina (el predictor más importante de bacteriuria).

Mito 20

Tratar con antibióticos cuando la orina es turbia y huele mal.

El mal olor no es un criterio de infección y depende sobre todo del estado de hidratación del paciente y de la concentración de urea en la orina (Schultz_2016)Este enlace se abrirá en una ventana nueva.

Mito 21

La candiduria en un paciente portador de sonda urinaria debe tratarse.

Excepto en casos muy concretos (inmunodeprimidos, trasplantados) en pacientes con síntomas claros de infección urinaria, la candiduria presenta baja incidencia de complicaciones y no debe tratarse. La candiduria en un paciente sondado refleja contaminación o infección asintomática.

Mito 22

El aislamiento de Pseudomona Aeruginosa en un exudado ótico obliga a efectuar un tratamiento intensivo.

La mayor parte de otitis externas están causadas por P. aeruginosa (prevalencia del 20-60%), y en segundo lugar por Staphylococcus (LLOR_2014)Este enlace se abrirá en una ventana nueva. Solo se recomienda tratar estas situaciones cuando el tratamiento no es eficaz después de 2 semanas, en casos recurrentes, cuando no se puedan instilar gotas y ante la sospecha de otitis maligna.

Mito 23

En la otitis externa el tratamiento oral es más eficaz que el tratamiento tópico.

El tratamiento tópico es más eficaz y presenta menos efectos secundarios que el tratamiento oral, ya que este último alcanza concentraciones más bajas en el oído que con las gotas óticas y porque el tratamiento oral que habitualmente se administra no es efectivo frente a los gérmenes más comunes de la infección (LLOR_2014)Este enlace se abrirá en una ventana nueva.

Mito 24

Hay que tratar con antibióticos el flemón dental.

La antibioterapia no está indicada en abscesos localizados y en abscesos periodontales no complicados. El drenaje quirúrgico y las medidas de higiene oral son mucho más importantes que la antibioterapia en las infecciones dentales. El uso de antibióticos solo estarían indicados cuando el riesgo de diseminación microbiológica regional, a distancia o sistémica sea significativo (celulitis/flemón, adenopatías regionales, inflamación difusa con afectación del estado general y fiebre) y en pacientes inmunodeprimidos (ROBLES-RAYA_2017)Este enlace se abrirá en una ventana nueva. Si se indican se recomienda la amoxicilina durante 5 días (o clindamicina en alérgicos a los β-lactámicos).

Mito 25

Todo absceso cutáneo debe ser tratado con antibiótico.

Solo se debe iniciar terapia antibiótica si hay múltiples sitios de infección, celulitis asociada, signos de enfermedad sistémica o comorbilidad, ya que los abscesos localizados que no se asocian a celulitis deben ser tratados con incisión y drenaje.

EI: enfermedades infecciosas; AP: Atención Primaria; OMA: Otitis media aguda; EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica;

*La escala de Centor es la más recomendada para predecir etiología estreptocócica e identifica 4 criterios: historia de fiebre o temperatura ≥ 38,5º C, presencia de exudado faringoamigdalar, adenopatías láterocervicales dolorosas y/o ausencia de tos. **La neumonía atípica, está causada principalmente por Mycoplasma, Chlamydia o Legionella (la neumonía típica está producida por Streptococcus Pneumoniae o por Haemophilus influenzae). ***Aunque la clínica de cistitis comprende 3 o más síntomas, incluyendo disuria, polaquiuria, urgencia miccional y/o dolor suprapúbico, en ausencia de sintomatología vaginal y de factores de riesgo de infección urinaria complicada.




Comentario elaborado por: Mª Rosa Miranda Hidalgo.

Revisado por: Judit Ceruelo Bermejo.