5/12/2014
Fuente: European Journal of Clinical Pharmacology

La neumonía nosocomial (NN) es la segunda infección de origen hospitalario por su frecuencia tras la infección urinaria. La causada por microorganismos multirresistentes como Pseudomonas aeruginosa, Acinetobacter baumannii o Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM) constituye un problema importante, tanto por su elevada morbilidad y mortalidad como por la sobrecarga que provoca en el consumo de recursos sanitarios.


En España, los datos más recientes muestran una reducción en las infecciones causadas por SARM. Según datos del European Centre for Disease Prevention and ControlEste enlace se abrirá en una ventana nueva, la resistencia de S. aureus a meticilina ha pasado de un 27% en 2005 a un 22% en 2013. Sin embargo, SARM todavía representa un patógeno predominante asociado a la NN.


Con respecto al tratamiento de la NN causada por SARM tanto linezolid como vancomicina son alternativas aceptadas. La selección de uno u otro antibiótico ha sido motivo de controversia desde hace tiempo. Algunos autores son partidarios de mantener la terapia convencional con vancomicina mientras que otros apoyan la utilización de linezolid. Entre los aspectos habitualmente discutidos está la nefrotoxicidad asociada a vancomicina y la trombocitopenia por linezolid.


Un nuevo meta-análisisEste enlace se abrirá en una ventana nueva publicado en European Journal of Clinical Pharmacology compara, una vez más, la eficacia y seguridad de linezolid vs vancomicina en pacientes con NN. El estudio identificó 291 publicaciones, pero solo 9 cumplían los criterios para ser incluidas en el meta-análisis (n=2.618). La variable principal fue la curación clínica y la variable secundaria la erradicación microbiológica.


Los resultados demuestran que en NN en la que se sospecha SARM, pero sin confirmar por cultivo microbiológico, linezolid no es superior a vancomicina ni en curación clínica ni microbiológica. Asimismo, en el análisis de un subgrupo de pacientes en los que si existía confirmación de SARM mediante cultivo se observó que linezolid tampoco fue más eficaz que vancomicina ni en curación clínica (RR= 1,16; IC95 % 0,95-1,43; p= 0,15) ni en curación microbiológica (RR = 1,16; 95 % CI = 0,93-1,45; p = 0,19). Igualmente, tampoco se identificaron diferencias entre los tratamientos en mortalidad por todas las causas o en el abandono del tratamiento debido a efectos adversos. Las conclusiones de este meta-análisis confirman de nuevo los resultados obtenidos en otras revisiones previas como son el meta-análisis de Kalil, 2013Este enlace se abrirá en una ventana nueva o los de Walky, 2011Este enlace se abrirá en una ventana nueva y Kalil, 2010Este enlace se abrirá en una ventana nueva.


En cuanto a la nefrotoxicidad asociada a vancomicina cabe destacar que no hay unos resultados consistentes. Mientras que en algunos meta-análisis no se han encontrado diferencias respecto a linezolid en otros sí. Entre los factores que pueden contribuir a la nefrotoxicidad por vancomicina tenemos la asociación con otros fármacos nefrotóxicos y, principalmente, la Cmin alcanzada (concentración mínima inhibitoria). Por otra parte, no hay que olvidar, que en pacientes con insuficiencia renal la eliminación de linezolid también se ve reducida y por tanto el riesgo de toxicidad hematológica aumentado. En situaciones críticas como la inestabilidad hemodinámica o riesgo elevado de insuficiencia renal o fracaso multiorgánico, la individualización posológica del antibiótico es fundamental. En este sentido, la posibilidad de monitorizar la concentración plasmática de vancomicina es una ventaja tanto para limitar los efectos adversos como para aumentar la efectividad según la localización de la infección.


En conclusión, la evidencia científica no parece encontrar diferencias de eficacia ni de seguridad relevantes entre vancomicina y linezolid. Aspectos como la situación clínica del paciente, el patrón de resistencias del centro hospitalario, el potencial de interacciones y por supuesto el coste (13 veces superior para linezolid) son básicos para realizar un adecuada selección del antibiótico.


Comentario elaborado por Belén Calabozo