3/11/2014

Sobradamente conocida es la promoción llevada a cabo por los laboratorios farmacéuticos que destinan grandes cantidades de dinero para publicidad de medicamentos.


En Europa la publicidad de medicamentos sujetos a prescripción y destinada al público (DTC: direct to consumer, en español PDC: publicidad directa al consumidor) no está permitida; no ocurre lo mismo en países como Estados Unidos y Nueva Zelanda, donde las inversiones destinadas a esta estrategia comercial aumentan exponencialmente desde hace tiempo y los beneficios comerciales que se obtienen son impresionantes (Butlletí groc volumen 15-nº5 octubre-diciembre 2002)


Generalmente los contenidos utilizados en la Publicidad Directa al ConsumidorEste enlace se abrirá en una ventana nueva suelen ser de baja calidad – se exageran los beneficios y se minimizan los riesgos– y, además, no están bien regulados, por lo que puede comportar efectos negativos.


La publicidad suele centrarse en medicamentos nuevos, con poca experiencia de uso y elevado coste, e indirectamente puede repercutir en la prescripción debido a la presión ejercida por los propios pacientes. En este sentido, Australian Prescriber ha publicado recientemente un interesante artículoEste enlace se abrirá en una ventana nueva donde se revisan algunas de las técnicas de promoción utilizadas por la industria, basadas en influir sobre las emociones y que pueden ser muy efectivas para fomentar buenos sentimientos sobre los productos. Además, el artículo incluye una serie de recomendaciones a los profesionales sanitarios para tratar de minimizar la influencia de estas prácticas.


Desde hace tiempo, los médicos de familia han expresado su preocupación por la presión a la que se ven sometidos para prescribir determinados fármacos ocasionada por la Publicidad Directa al Consumidor. Aunque en nuestro país esta publicidad está prohibida, su difusión ilimitada a través de internet se escapa a todo control.


La promoción y publicidad de medicamentos es un tema controvertido que también preocupa a las autoridades sanitarias. En este sentido, cabe destacar la red internacional que agrupa a más de 50 boletines y revistas independientes, creada con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS): laInternational Society of Drug Bulletins (ISDB)Este enlace se abrirá en una ventana nueva, cuyo objetivo es promover la publicación de información independiente sobre terapéutica para profesionales de la salud y público general.


En España, igual que en otros países como Francia (Revue PrescrireEste enlace se abrirá en una ventana nueva) o Australia (Healthy SkepticismEste enlace se abrirá en una ventana nueva), existen iniciativas orientadas a realizar una crítica del material promocional dirigido a profesionales sanitarios, como las Fichas de "crítica a la publicidadEste enlace se abrirá en una ventana nueva" de nuevos medicamentos realizadas por el CEVIMEEste enlace se abrirá en una ventana nueva (Comité de Evaluación de Nuevos Medicamentos de Atención Primaria de Euskadi) o la campaña "Publicidad cero" de NOGRACIASEste enlace se abrirá en una ventana nueva, sobre cómo la publicidad y formación patrocinadas por la industria farmacéutica pueden distorsionar la prescripción.