25/04/2017

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un síndrome heterogéneo caracterizado por problemas conductuales centrales de hiperactividad, impulsividad e inatención, asociados con trastornos psicológicos, sociales y/o educativos u ocupacionales. La gravedad puede variar y puede superponerse con síntomas de trastornos relacionados de humor, conducta, aprendizaje, control motor, comunicación y ansiedad.


Dependiendo de los criterios diagnósticos utilizados, el TDAH afecta al 1-9% de los niños y jóvenes en el Reino Unido.Este enlace se abrirá en una ventana nueva La prevalencia de TDAH se estima, según las fuentes epidemiológicas, entre un 3 y un 7% de la población escolarEste enlace se abrirá en una ventana nueva.


Aunque se ha sugerido que el TDAH podría estar infradiagnosticado, existe la preocupación de que algunos niños son diagnosticados sin cumplir los criterios diagnósticos y que la evaluación subjetiva del deterioro puede conducir al sobrediagnóstico.


En Sacyl, el consumo (en DDD) de estos fármacos ha crecido un 36% desde 2010 y se estima que en 2016 se trataron con estos medicamentos, aproximadamente, a un 1,8% de los pacientes de entre 5 y 20 años.



El tratamiento farmacológico

Aunque se desconoce la etiología exacta del TDAH, se cree que está asociada con un desequilibrio en los sistemas dopaminérgicos, noradrenérgicos y otros neurotransmisores en el cerebro. El tratamiento farmacológico debe usarse siempre junto con el asesoramiento y las intervenciones psicológicas, conductuales y educativas.


Las opciones de tratamiento farmacológico incluyen estimulantes (metilfenidato, que es el de elección, o derivados de la anfetamina, como lisidexanfetamina) o no estimulantes, como atomoxetina o guanfacina. La elección del fármaco debe tener en cuenta la presencia de condiciones coexistentes, efectos adversos y preferencia del paciente.



Vacaciones terapéuticas

La duración del tratamiento debe plantearse de forma individualizada en función de los síntomas y su repercusión funcional. En algunos casos el tratamiento se puede prolongar durante varios años.


Se recomienda valorar periódicamente la persistencia o la remisión de los síntomas. Una práctica aceptada es suspender el tratamiento farmacológico durante períodos cortos de 1 o 2 semanas al año, obteniendo información del funcionamiento del niño o adolescente por parte de la familia y de la escuela.


Los períodos de descanso del tratamiento farmacológico, "vacaciones terapéuticas", no están recomendados de manera sistemática en el tratamiento del TDAH. En algunos casos, se pueden incluir períodos sin tratamiento farmacológico o con una dosis menor, en función del acuerdo entre la familia, el médico y el niño o adolescente, con el objetivo de:

  • Evaluar la necesidad de mantener el tratamiento o no.

  • Reducir los efectos adversos (falta de apetito, ralentización del crecimiento en altura, alteraciones del sueño, etc).

  • Como herramienta de negociación cuando existen discrepancias entre padres e hijos sobre la conveniencia de seguir o no con la medicación.

  • En lugar de aumentar la dosis continuamente, las vacaciones terapéuticas podrían ayudar a evitar exponer a los niños a los efectos secundarios como resultado del aumento de la dosis.


Los problemas de comportamiento y de atención entre los niños y adolescentes con TDAH se encuentran principalmente en un contexto escolar. Los medicamentos como el metilfenidato son muy eficaces en este aspecto. Las vacaciones terapéuticas se practican principalmente fuera de los días escolares, cuando las demandas sobre el niño son más bajas.


La estacionalidad que se aprecia en la gráfica, que recoge el consumo de los diez últimos años en Sacyl, indica una disminución en los meses de vacaciones escolares de verano.


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Estos datos invitan a la reflexión sobre si las medidas aplicadas en el medio escolar podrían mejorarse, de manera que estos niños con TDAH no tuvieran que tomar medicación para poder atender a los estudios básicos.



La utilización de estimulantes del sistema nervioso central en estas edades, es también objeto de crítica:

"Para más inri, el celo prescriptor se ha abatido cruelmente sobre la infancia, que es alimentada hoy en día con estimulantes en cuanto da muestras de agitación, nerviosismo o intranquilidad, que son reacciones naturales propias de los pocos años y que hoy se viven como una anormalidad. En vez de analizar si algún desajuste del entorno lo fomenta o lo causa, se prefiere recurrir a la píldora que propone la Ciencia como solución ideal.

Si Simón Bacamarte(*) hubiera podido conocer el número de niños que están tratados con anfetaminas y diagnosticados de trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDH), vería cumplido su insólito sueño sin necesidad de encerrar a nadie" (Todos a tratamiento, Crónica del manicomio, por Fernando ColinaEste enlace se abrirá en una ventana nueva).

(*) El Alienista (Machado de Assis)



Comentario elaborado por Alejandra García Ortiz