15/03/2017
Fuente: Evid Based Med

Las guías clínicas basadas en la evidencia son una herramienta esencial para tomar decisiones en la práctica clínica y en la política sanitaria. Sin embargo, en muchos casos, hasta en un 50% no son fiables. Esto tiene enormes consecuencias para la seguridad de los pacientes y el uso de recursos en salud. Un artículo publicado este mes en Evid Based MedEste enlace se abrirá en una ventana nueva, pretende concienciar sobre los límites de las guías clínicas analizando las causas y consecuencias de los sesgos que más a menudo se producen.


Los autores señalan como factores intrínsecos que influyen en la calidad de las guías, los siguientes:


  1. Limitada y desequilibrada composición del panel de expertos, con exceso de especialistas a favor de los nuevos tratamientos e intervenciones de manera desproporcionada.
  2. Muchos paneles formados por expertos con prejuicios conocidos sobre lo que se va a evaluar.
  3. Falta de métodos de consenso adecuados.
  4. Métodos inconsistentes, opacos y demasiado simplificados para evaluar la evidencia y hacer recomendaciones claras y útiles.
  5. Incapacidad para considerar diferentes perspectivas de los pacientes como la morbilidad y cronicidad.
  6. Sesgo de publicación.
  7. Falta de actualización de la evidencia.
  8. Conflicto de intereses.
  9. Ausencia de procedimientos de revisión por pares y revisión externa por expertos independientes.

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