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Aunque clásicamente la muerte por el uso de opioides se ha asociado con el abuso de sustancias, un estudio realizado en Australia ha observado un número significativo de muertes entre pacientes que tomaban oxicodona como tratamiento analgésico de mantenimiento del dolor moderado-grave.

El estudio analizó las muertes producidas entre 2001 y 2011 en las que, mediante análisis toxicológico, se identificó el uso de oxicodona. Se observaron un total de 806 muertes relacionadas con esta sustancia, la mayoría debidas a toxicidad por uso inadecuado tanto de oxicodona sola (11,8%) como en combinación con benzodiacepinas, otros opioides o alcohol (63,4%). Se identificaron 312 pacientes (39%) que adquirieron oxicodona a través de receta oficial, de las cuales 30% fueron para tratamiento de dolor de espalda, 14% para dolor crónico y 7% para dolor oncológico. Los autores sugieren que el intento de alcanzar un alivio adecuado del dolor crónico -cuando la tolerancia al fármaco ya ha afectado a la eficacia terapéutica- podría generar sobredosificación.

En España, la oxicodona tiene indicación autorizada para el tratamiento del dolor intenso sólo tratable con analgésicos opioides. El Comité Mixto de Evaluación de Nuevos Medicamentos, tanto en su informe de oxicodona como monocomponente como en su asociación con naloxona,concluye que no supone un avance terapéutico ni presenta ventajas frente al tratamiento de elección del dolor grave con morfina oral, o en su defecto, morfina intravenosa o fentanilo en parches.

Comentario elaborado por Mª Isabel Jiménez Serranía y Belén Calabozo Freile