Las bacterias, antes de que en 1928 surgiese la penicilina, fueron las responsables de millones de muertes por enfermedades como la neumonía, tuberculosis o sífilis.

Con el descubrimiento de Alexander Fleming, el ser humano pudo hacer frente a cualquier tipo de infección sin perder la batalla, pero los microscópicos organismos aprendieron a defenderse y a resistir tanto a la penicilina como a los siguientes antibióticos que aparecieron.

Esa resistencia es la que provoca que las investigaciones no cesen para encontrar la resolución del problema, mientras el consumo de antibacterianos sigue en crecimiento, cifrándose en un 37% de subida en Castilla y León entre 2020 y 2025.

De esa «lucha diaria» contra las infecciones es testigo cada médico de cabecera, en cuyas consultas no hay día que no atiendan a un paciente con un catarro o una gripe.

Una de ellas es María del Real Monedero, médica de Familia en el Centro de Salud de Casa del Barco, en el Área de Salud Valladolid Oeste. La doctor nos explicq que en los centros sanitarios "tratamos con antibióticos múltiples infecciones bacterianas, desde un simple panadizo hasta una neumonía en un paciente que se encuentre en la UCI".

"En muchas casos, además, se usan de forma combinada, especialmente contra aquellas infecciones contra las que no ha surgido un antibiótico efectivo", añade.

Sonun recurso eficaz, pero hay que utilizarlo solo cuando son necesarios.

2025-04-21 Consumo antibioticos en CyL EL MUNDO (381.8 KB ) (2 páginas)