El director general de Calidad e Infraestructuras Sanitarias, Alvaro Galindo, entregó el reconocimientoImagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoEl director general de Calidad e Infraestructuras Sanitarias, Alvaro Galindo, entregó el reconocimiento30/11/2023 El Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital de León ha obtenido el Reconocimiento de "Buena Práctica" por su Unidad específica para el manejo avanzado de la Vía Aérea Difícil en la I Convocatoria de Reconocimiento de Buenas Prácticas en Seguridad del Paciente en SACYL.

La entrega de los diplomas acreditativos se realizó en la I Jornada de Buenas Prácticas en Seguridad del Paciente en el SACYL que se celebró en Segovia el pasado 24 de noviembre.

Se entiende por manejo de la vía aérea el conjunto de maniobras y el empleo de distintos dispositivos que permiten la oxigenación y ventilación adecuadas cuando, por distintas causas, el paciente no puede realizar dichas funciones por sí mismo. Tales situaciones pueden ser, por ejemplo, tras la anestesia general, ante una parada cardiorrespiratoria o ante cualquier situación, normalmente grave, que indique la necesidad de intubar a un paciente (coma, insuficiencia respiratoria, etc.)

La vía aérea difícil (VAD) es la situación clínica en la que un anestesiólogo con experiencia tiene dificultad para la intubación orotraqueal. Esta condición depende sobre todo de características anatómicas y fisiopatológicas del paciente y pone en riesgo tanto su vida como su pronóstico neurológico, ante el eventual daño neurológico derivado de la falta de oxígeno.

La dificultad en el manejo de la vía aérea provoca 600 muertes anuales en el mundo y supone el 30 % de las muertes atribuibles a la anestesia.

La Unidad de manejo avanzado en la Vía Aérea Difícil del CAULE está integrada por un grupo de anestesiólogos con experiencia y formación específica para asistir a otros anestesiólogos o a cualquier especialista del Hospital de León que, de forma emergente o ante un procedimiento programado, experimente dificultad para intubar, ventilar y oxigenar a un paciente en cualquier área del centro hospitalario, mejorando así la calidad en la atención y la seguridad.