El Complejo Asistencial Universitario de León reconoció la labor de sus voluntarios en un acto celebrado con motivo del Día Mundial del Voluntariado, este martes 5 de diciembre, presidido por el gerente, Alfonso Rodríguez-Hevia.

El gerente destacó el papel fundamental de los voluntarios que, según sus palabras, "representa un compromiso humano que alimenta la esperanza en quienes atraviesan momentos difíciles". "El voluntariado es el regalo de aquellos que ofrecen desinteresadamente su tiempo y talento para brindar apoyo, consuelo y esperanza", manifestó. "Todo ello -añadió- ante el cambio social en la función de cuidado que ejercía tradicionalmente la unidad familiar y que ahora no siempre es posible por el actual ritmo de vida, las obligaciones diarias o la dispersión geográfica de los familiares".

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Rodríguez-Hevia también se refieró al proceso de humanización de la Sanidad que se está impulsando desde el CAULE y desde el Sacyl, considerando a los voluntarios una pieza clave del mismo.

La jefa de la Unidad de Trabajo Social, María José Martínez, que presentó el evento, recordó que en el CAULE prestan sus servicios un total de 33 voluntarios, repartidos entre los hospitales de León, Monte San Isidro, Santa Isabel y equipos de salud mental. El voluntariado del CAULE comenzó a funcionar en 2019, en dependencia de Trabajo Social, que es la unidad que les coordina y marca sus tareas y, desde entonces, solo ha parado en los momentos más duros de la pandemia de COVID-19.

Tras los discursos iniciales, los voluntarios recibieron unos diplomas acreditativos de manos del gerente y de los cargos directivos del hospital.

El voluntario José Ramón casas durante su intervenciónImagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoEl voluntario José Ramón casas durante su intervención

Al término del acto, dos de los voluntarios quisieron compartir sus experiencias con los presentes. Así, Conchi de León, voluntaria de salud mental, acudió con la paciente, con la ya amiga, a la que presta ayuda para señalar que esta labor ha colmado sus expectativas. José Ramón Casas, por su parte, cerró el acto con unas palabras que calaron hondo en los presentes: "la labor del voluntariado no debiera ser destacable, ni tan siquiera necesaria, pero esta sociedad tiene hambre de empatía, hambre de solidaridad, hambre de ternura".

Un momento de la entrega de los diplomasImagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoUn momento de la entrega de los diplomas