Tras la detección del cáncer hay que decidir el tipo de tratamiento y el paciente debe participar activamente en esta decisión.


Para valorar las opciones de tratamiento deben considerarse tanto el estadio y la evolución esperable del cáncer como los efectos secundarios más frecuentes de cada tratamiento.


Puede ser una decisión difícil, por lo que se recomienda que el paciente la adopte con el mayor grado de información. Los profesionales le ayudarán con su conocimiento y experiencia, pero es importante que la opción terapéutica final sea con participación del paciente, incluso la decisión de que no quiere que se aplique otro tratamiento que el sintomático.


Entre los posibles tratamientos deben valorarse: