• Las grasas. El consumo excesivo de grasas animales favorece la obesidad, aumenta el colesterol y los triglicéridos, lo cual tiene consecuencias muy negativas para el funcionamiento del corazón y la circulación sanguínea.
  • La sal y los azúcares. Debe reducirse su consumo ya que, con la toma de medicamentos inmunosupresores y de corticoides, puede favorecerse la aparición de diabetes mellitus e hipertensión arterial. Debe restringir el consumo de sal así como de alimentos preparados o conservados en la misma.
  • La cafeína. Las bebidas que contienen cafeína, como son el café, el té y los refrescos de cola hay que tomarlos con precaución, ya que su excesivo consumo puede provocar irritabilidad, taquicardia, ansiedad, insomnio, etc.
  • Evite tomar zumo de pomelo con la medicación ya que ésta puede sufrir modificaciones.