Las personas candidatas al trasplante hepático serán sometidas a una serie de pruebas diagnósticas para valorar su estado de salud: análisis de sangre, radiografías y consultas con varios especialistas.

Es importante conocer exactamente el funcionamiento de sus órganos ya que aumentan las posibilidades de éxito del trasplante. Deberán someterse a diferentes pruebas para saber cómo funcionan: el corazón, los pulmones, los iñones, lossistemas inmunitario y circulatorio o si existe alguna enfermedad causada por virus.

En definitiva, habrá que saber cómo es su estado de salud en general. También se estudiará por qué ha fallado el hígado. Como parte de ese estudio anteriormente citado, tendrá que entrevistarse con un equipo de profesionales como: médicos especialistas en enfermedades digestivas y hepáticas, cirujanos de trasplante, psiquiatra, dentista, anestesista, nutricionista enfermeras y otros en función de la situación concreta de cada persona.

Cuando se haya completado la valoración de su estado de salud, el equipo de profesionales que realizarán el trasplante revisará los resultados de las pruebas diagnósticas y de las consultas y decidirá si está usted en condiciones de recibir un trasplante o es necesario someterle a otro tipo de tratamiento.

Si el equipo de médicos decide que lo mejor para usted es someterse a un trasplante hepático, y usted está de acuerdo, entrará en la lista de espera de receptores de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).

Las personas receptoras de hígado para trasplante serán comparadas con los donantes de acuerdo al grupo sanguíneo, altura y peso y se tendrá también en cuenta el tiempo en la lista de espera. Tendrán prioridad aquellos pacientes que estén más graves.