La pirámide alimentaria y los consejos sobre dieta equilibrada que te hemos comentado se basan en este tipo de dieta. Es, o era, la alimentación típica de nuestro país, de nuestra cultura, de nuestros antepasados y que hoy queremos y debemos recuperar.

Es una dieta variada y equilibrada, que se basa en la abundancia de productos de origen vegetal , frutas, verduras frescas, legumbres, cereales. Rica en fibra (fruta, verduras, legumbres y cereales).

Un consumo relativamente alto de pescado y de aceites vegetales (sobre todo de oliva, de la aceituna). Una moderada ingesta de carnes, preferencia de carnes blancas sobre las rojas y huevos, y el consumo relativamente bajo de grasas sólidas, como la mantequilla y margarina. Se completa con el ejercicio físico (andar, pasear), la siesta, o determinadas costumbres culinarias.

La dieta mediterránea, no sólo protege de las enfermedades cardiovasculares, sino que además aporta gran cantidad de antioxidantes (en relación con los alimentos de origen vegetal, frutas, frutos secos, verduras, legumbres) que previenen el envejecimiento celular (aumento de la esperanza de vida) y del cáncer. Esta dieta equilibrada y saludable conlleva una mayor calidad de vida.

Numerosos estudios han analizado que este tipo de dieta coincide con la baja frecuencia de enfermedades cardiovasculares y un nivel más bajo de colesterol en sangre. Es el tipo de grasa de la dieta, más que su cantidad, la que está relacionada con el riesgo cardiovascular, de modo que un consumo bajo de grasa saturada (origen animal, carnes rojas) y mayor de monoinsaturada (aceite de oliva) y poliinsaturada (pescado) se asocia a una menor frecuencia de enfermedades coronarias y de mortalidad debido a estas patologías o a otras.