Existen diversas máquinas de tratamiento, las más comunes son aceleradores lineales.

El oncólogo elige para usted una u otra máquina de tratamiento dependiendo de su enfermedad y de la zona de su cuerpo a tratar.

Son aparatos grandes y uno puede asustarse un poco con su tamaño, pero se acostumbrará a él rápidamente. A veces hacen ruido como un gran aspirador o se mueven a su alrededor. Usted estará siempre segura/o bajo la supervisión del personal técnico que le acompaña.

Es normal sentirse un poco impresionado por estas máquinas. Procure relajarse y piense que no le va a ocurrir nada malo, pues las máquinas son verificadas diariamente por los radiofísicos que garantizan el buen funcionamiento de la instalación.