Mientras está esperando para entrar no haga mucho caso a lo que se diga en la sala de espera sobre el resto de los pacientes. Cada paciente puede tener enfermedades y tratamientos diferentes.

Póngase la menor cantidad posible de ropa y procure que los vestidos sean fáciles de poner y quitar, así le será más fácil a la hora de cambiarse.

Tenga en cuenta que los dibujos que se hacen en su piel pueden manchar la ropa y estropearla.

Pida a sus amigos o vecinos que le ayuden en la compra, si por la hora de tratamiento usted no puede hacerla.

Elija platos fáciles de preparar o que se puedan hacer el día antes. Si tiene niños pequeños, contacte con guarderías o amigos que puedan cuidarlos mientras usted acude al Hospital. Después de cada sesión de radioterapia usted nunca será radiactivo, por lo que no es ningún peligro para las personas que le rodean.

Durante el tratamiento puede tener alguna alteración emocional. Algunas personas se sienten deprimidas o nerviosas. Esto puede deberse al cambio en sus actividades diarias o porque se encuentra preocupado por su enfermedad. Esto es normal que suceda y debe ser conocido por usted y sus familiares, pues la actitud mental y emocional de todos ante estas situaciones puede ser muy importante para la eficacia de su tratamiento.