El cáncer de pulmón puede abordarse quirúrgicamente, en función del estadio, el tipo de tumor, la localización y teniendo en cuenta las condiciones generales del paciente, de tres formas:


- Mediante una resección en cuña: extirpando tan sólo un pequeño trozo de pulmón. Esta técnica se

lleva a cabo en estadios precoces del cáncer de pulmón de células no pequeñas.


- Lobectomía se trata de una resección más amplia y lo que se extirpa es el lóbulo pulmonar. Se

utiliza cuando el cáncer no excede el lóbulo.


- Neumonectomía en estos casos se extrae todo el pulmón. Se utiliza cuando el cáncer afecta a

varios lóbulos.


Una alternativa a la cirugía tradicional abierta consiste en el abordaje mediante toracoscopia, por ser menos invasivo, ya que a través de pequeñas incisiones puede introducirse un visor y el instrumental necesario para la extirpación del tejido. Esta alternativa no puede aplicarse en todos los casos, tan sólo puede valorarse en tumores no microcíticos en estadios muy precoces.


Como ocurre en cualquier tipo de cirugía, pueden aparecer complicaciones que van desde el desarrollo de una neumonía, sufrir una hemorragia, un embolismo pulmonar etc.... Estas complicaciones generalmente pueden resolverse pero suelen prolongar la estancia en el hospital.