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"Creando esperanza a través de la acción"

El día 10 de septiembre se celebra el Día mundial de la prevención del suicidio. Este día está pensado para que la población del mundo se una y tome conciencia sobre ello.


La Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) se dedica a prevenir el suicidio y la conducta suicida y aliviar sus efectos. La IASP lidera el papel global en la prevención del suicidio mediante el desarrollo estratégico de un foro eficaz que es proactivo en la creación de asociaciones colaborativas sólidas y la promoción de la acción basada en la evidencia para reducir la incidencia del suicidio y el comportamiento suicida.

Durante estos años, los lemas que han liderado las campañas han ido variando. En 2021 se estableció el lema «Creando Esperanza a través de la Acción«, el cual se mantiene para este 2022.

Y es que el mensaje más importante que se quiere transmitir es la capacidad que toda la comunidad puede tener para ayudar en la prevención, siempre y cuando se faciliten conocimientos y recursos adecuados para ello. A través de nuestra acción es posible marcar la diferencia para la prevención del suicidio, brindando esperanza en torno a otras opciones posibles, así como apoyar a familiares y allegados que están en duelo por suicidio.

A menudo es posible prevenir el suicidio y todos somos clave en su prevención. A través de la acción, podemos marcar la diferencia para alguien en sus momentos más oscuros: como miembro de la sociedad, como niño, como padre, como amigo, como colega o como vecino. Todos podemos desempeñar un papel en el apoyo a las personas que experimentan una crisis suicida o las que están en duelo por suicidio.


Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se suicidan cerca de 700.000 personas, siendo la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 19 años de edad. Por cada suicidio consumado hay muchas tentativas de suicidio. En la población general, un intento de suicidio no consumado es el factor individual de riesgo más importante de suicidio consumado. El 77% de los suicidios se produce en los países de ingresos bajos y medianos. La ingestión de plaguicidas, el ahorcamiento y el disparo con armas de fuego son algunos de los métodos más comunes de suicidio en el mundo.

Los suicidios se pueden prevenir. Para que las respuestas nacionales sean eficaces, se necesita una estrategia integral multisectorial de prevención.

El suicidio figura entre las 20 causas de defunción más importantes a todas las edades a nivel mundial. Es un problema complejo, en el que intervienen factores psicológicos, sociales, biológicos, culturales y ambientales. En la actualidad, según las tasas, los jóvenes son el grupo de mayor riesgo en un tercio de los países.


¿Quién está en peligro?

Si bien el vínculo entre el suicidio y los trastornos mentales (en particular los trastornos relacionados con la depresión y el consumo de alcohol) está bien documentado en los países de altos ingresos, muchos suicidios se producen impulsivamente en momentos de crisis que menoscaban la capacidad para afrontar las tensiones de la vida, tales como los problemas financieros, las rupturas de relaciones o los dolores y enfermedades crónicos.

Además, las experiencias relacionadas con conflictos, desastres, violencia, abusos, pérdidas y sensación de aislamiento están estrechamente ligadas a conductas suicidas. Las tasas de suicidio también son elevadas entre los grupos vulnerables objeto de discriminación, por ejemplo, los refugiados y migrantes; las comunidades indígenas; las personas lesbianas, homosexuales, bisexuales, transexuales, intersexuales y los reclusos. Con diferencia, el principal factor de riesgo de suicidio es un intento previo de suicidio.


Estigma y tabú

El estigma en torno a los trastornos mentales y el suicidio disuade de buscar ayuda a muchas personas que piensan en quitarse la vida o han tratado de hacerlo y, por lo tanto, no reciben la ayuda que necesitan. La prevención del suicidio no se ha abordado apropiadamente debido a la falta de sensibilización respecto del suicidio como problema de salud pública importante y al tabú existente en muchas sociedades para analizarlo abiertamente. En la actualidad, unos pocos países han incluido la prevención del suicidio entre sus prioridades sanitarias y solo 38 países han notificado que cuentan con una estrategia nacional de prevención del suicidio.

Es importante aumentar la sensibilidad de la comunidad y superar el tabú para que los países avancen en la prevención del suicidio.


Calidad de los datos

En todo el mundo es insuficiente la disponibilidad y calidad de los datos sobre el suicidio y los intentos de suicidio. Según la OMS, solo 60 Estados Miembros disponen de datos de registro civil de buena calidad que se pueden utilizar directamente para estimar tasas de suicidio. La calidad insuficiente de los datos sobre mortalidad no es un problema exclusivo del suicidio, pero dada la sensibilidad de este fenómeno y la ilegalidad de las conductas suicidas en algunos países es probable que la subnotificación y la clasificación errónea de casos sea un problema más significativo en lo que respecta al suicidio que a otras causas de defunción.

Las estrategias eficaces de prevención del suicidio requieren un fortalecimiento de la vigilancia y el seguimiento de los suicidios y los intentos de suicidio. Las diferencias transnacionales en los patrones de suicidio y los cambios en las tasas, características y métodos de suicidio ponen de relieve la necesidad de que cada país mejore la integridad, calidad y oportunidad de sus datos concernientes al suicidio. Esto incluye el registro civil de suicidios, los registros hospitalarios de intentos de suicidio y los estudios representativos a escala nacional que recopilen información sobre intentos de suicidio autonotificados.


Prevención y control

La prevención del suicidio es cosa de todos. Todos podemos y debemos colaborar en esta tarea.

La OMS reconoce que el suicidio es una prioridad de salud pública. El primer informe mundial de la OMS sobre el suicidio, «Prevención del suicidio: un imperativo global», publicado en 2014, pretende aumentar la sensibilización respecto de la importancia del suicidio y los intentos de suicidio y otorgar a su prevención alta prioridad en la agenda mundial de salud pública. También procura alentar y apoyar a los países para que desarrollen o fortalezcan estrategias integrales de prevención del suicidio en el marco de un enfoque multisectorial de la salud pública.

El suicidio es una de las condiciones prioritarias del Programa de acción para superar la brecha en salud mental establecido por la OMS en 2008, que proporciona orientación técnica basada en pruebas científicas con miras a ampliar la prestación de servicios y atención de problemas de salud mental, neurológicos y abuso de sustancias. En el Plan de acción sobre salud mental 2013-2020 los Estados Miembros de la OMS se comprometieron a trabajar para alcanzar la meta mundial de reducir las tasas nacionales de suicidios en un 10% para 2020.

Además, la tasa de mortalidad por suicidio es un indicador de la meta 3.4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: «De aquí a 2030, reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles mediante su prevención y tratamiento, y promover la salud mental y el bienestar».


Según la OMS, las estrategias más eficaces para prevenir el suicidio son:

  • Restricción del acceso a sustancias tóxicas y armas de fuego.
  • Identificación temprana y tratamiento de las personas que sufren trastornos mentales como la depresión y que consumen alcohol y sustancias tóxicas.
  • Mejora del acceso a los servicios de salud y la asistencia social.
  • Cobertura responsable de las noticias sobre suicidios en los medios de comunicación, evitando el sensacionalismo.
  • Evitar la estigmatización de quienes buscan ayuda por comportamientos suicidas o por problemas de salud mental y apoyar a quienes han perdido a sus seres queridos por suicidio.
  • La prevención del suicidio exige un enfoque innovador, integral y multisectorial, con la participación tanto del sector de la salud como el de la educación, el mundo laboral, la policía, la justicia, la religión, el derecho, la política y los medios de comunicación.

Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) recomiendan, por su importancia, realizar una terapia adecuada, aplicar medidas de seguimiento para quienes han cometido algún intento e implicar a los medios de comunicación para que la información que trasmitan esté enfocada a la sensibilización de la población y la prevención del suicidio.

Los profesionales de la salud son el referente principal a la hora de tratar a quienes piensan en el suicidio, pero los familiares, amigos, vecinos y conocidos, compañeros de trabajo y la sociedad en general son también piezas clave para la detección precoz y para dar apoyo, para frenar la actuación suicida y procurar esperanza y aliento en los momentos más difíciles.


En Castilla y León, el IV Plan de Salud de Castilla y León señala el suicidio como la primera causa de mortalidad externa entre los hombres y formula entre las iniciativas a adoptar (Medida 269) el Desarrollo e implantación del proceso de atención a la conducta suicida. En su desarrollo, en 2017 se aprobó el Proceso de Prevención y atención a la conducta suicida con los objetivos de identificar a las personas en riesgo de suicidio, disminuir sus tentativas, reducir la mortalidad por suicidio y asegurar la coordinación asistencial en su atención.

En Castilla y León, los casos de suicidio en el año 2019 ascendieron a 218 (165 en hombres y 53 en mujeres), representando el 0,76% de todas las defunciones (28.719).

En el año 2018 las muertes por suicidio representaron un 0.73% del total. En cuanto a diferencias por sexo, se ha observado que el suicidio afectó tres veces más a hombres que a mujeres, teniendo la mayor incidencia en el grupo de mayores de 79 años.

En este contexto, la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León consideró necesario impulsar la presente la Estrategia de Atención a la Conducta Suicida para mejorar su prevención y atención y favorecer la colaboración y coordinación tanto interinstitucional en los ámbitos de educación y servicios sociales, como con otros agentes como los medios de comunicación y las asociaciones de pacientes, entre otros.

El objetivo general de la estrategia es disminuir al máximo la incidencia y la prevalencia del suicidio en Castilla y León, garantizando una atención adecuada de la persona y sus allegados, mediante el abordaje integral del proceso de prevención, atención y seguimiento de la conducta suicida.


¿Qué podemos hacer?

Cuando surgen o se manifiestan pensamientos suicidas o sabe de alguien que lo necesita, adopte medidas de seguridad, retire cualquier medio disponible para el suicidio (armas, cuerdas, cinturones, medicinas…), no deje sola a la persona y busque ayuda en los centros de Atención Primaria, los servicios de Urgencias Hospitalarias o en Emergencias 112.

Tenga en cuenta que:

  • Nadie está solo: Es importante compartir con un amigo, familiar o terapeuta cualquier inquietud al respecto, ya que es aconsejable no mantener en secreto los pensamientos sobre el suicidio. Permanezca acompañado hasta que los pensamientos sobre el suicidio disminuyan.
  • Los pensamientos suicidas normalmente están asociados con problemas que pueden resolverse. Si no se le ocurre ninguna solución, no significa que no haya soluciones, sino que ahora no es capaz de verlas.
  • Las crisis de suicidio suelen ser pasajeras. Aunque ahora usted sienta o perciba en su familiar/amigo que su abatimiento no va a terminar, es importante reconocer que las crisis no son permanentes.
  • Muchas personas que alguna vez han pensado en suicidarse, en realidad no querían morir sino acabar con el sufrimiento. Por eso están contentas de no haberlo hecho una vez que el sufrimiento ha pasado.
  • Los problemas rara vez son tan graves como parecen a primera vista. Las cosas que ahora parecen insuperables, con el tiempo, serán seguramente menos graves y más controlables.
  • Las razones para vivir ayudan a superar momentos difíciles. Piense o facilite que su familiar/amigo repare en las cosas que le han sostenido en los momentos difíciles: familia, aficiones, proyectos de futuro.

Para saber más:

Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) (Página en inglés)

https://www-iasp-info.translate.goog/2022/09/01/world-suicide-prevention-day-2022-campaign/?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=scEste enlace se abrirá en una ventana nueva


Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del Suicidio (AIPIS)

http://www.redaipis.org/Este enlace se abrirá en una ventana nueva


Aula de Pacientes. Portal de Salud de Castilla y León. Asociaciones de Pacientes y Familiares de Salud Mental:

https://www.saludcastillayleon.es/AulaPacientes/es/asoc-mental


Organización Mundial de la Salud (OMS). Suicidio

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/suicideEste enlace se abrirá en una ventana nueva


Portal de Salud de Castilla y León. Estrategia de prevención de la conducta suicida en Castilla y León (2021 – 2025)

https://www.saludcastillayleon.es/institucion/es/planes-estrategias/estrategia-prevencion-conducta-suicida-castilla-leon-2021-2


Teléfono de la Esperanza

(Tienen teléfono de crisis 24 horas en las principales poblaciones españolas)

https://telefonodelaesperanza.org/Este enlace se abrirá en una ventana nueva