El tratamiento con quimioterapia puede ser diverso, según el momento de su administración:


- Previo a la intervención quirúrgica para intentar reducir las dimensiones del tumor y así facilitar su

resección.


- Con posterioridad a la intervención quirúrgica para minimizar las posibilidades de propagación.


Además se pueden combinar con la radioterapia (quimio-radioterapia), ya sea antes o después de la cirugía.


El número de ciclos de quimioterapia que necesite el paciente dependerá del tipo y el grado de su cáncer de pulmón. La mayoría de las personas requieren 4-6 ciclos de tratamiento durante el espacio de 3-6 meses.


Los efectos secundarios que se pueden manifestar y que desaparecen al finalizar el tratamiento de la quimioterapia son: lesiones de la piel, sangrado espontáneo (encías, hemorragias nasales),
fatiga, náuseas vómitos, úlceras en la boca, pérdida de cabello, etc.


Si manifiesta signos relacionados con una posible infección tales como fiebre, escalofríos, o malestar general deberá alertar a su médico ya que la mayor susceptibilidad a frente a los microorganismos es otro de los efectos colaterales de la quimioterapia debido a la debilitación del sistema inmunológico,