La radiación puede producir enrojecimiento transitorio de la piel. Estos efectos no siempre se producen, y su intensidad es diferente en cada persona. Dependen de la dosis administrada y sobre todo de la región del cuerpo que se trata. Cuando aparecen lo hacen después de varias sesiones, no al inicio del tratamiento. El oncólogo/a radioterapeuta y la enfermera/o le informarán, en la primera consulta, de los posibles efectos secundarios que se pueden presentar.

Aunque estas reacciones sean temporales y desaparezcan solas, usted debe decírselo a los profesionales que le atienden. En ocasiones pueden persistir hasta unos días después de acabar el tratamiento. En cualquier caso no deben preocuparle, pues pueden ser controladas. No se quede con dudas.